Chile y Uruguay protagonizaron un duelo a muerte, este miércoles en Santiago. Los de la ‘Roja’ y los de la ‘celeste’ salieron a jugar una final, como muchos de los jugadores anticiparon en la previa del encuentro disputado en el estadio Nacional de la capital chilena.

El marco era imponente. Los chilenos alentaron desde el principio y entonaron el himno nacional al unísono junto a los once jugadores, que querían darles una alegría y mantener vivo el sueño de consagrarse por primera vez en la Copa América en casa.

El entrenador Jorge Sampaoli alineó a Eugenio Mena en lugar de Jean Beausejour, para jugar con línea de cuatro en la zona defensiva. Por su parte, el ‘Maestro’ Tabárez realizó tres variantes respecto al partido que la ‘celeste’ jugó ante Paraguay: Jorge Fucile reemplazó al suspendido Álvaro Pereira, Cristian ‘El Cebolla’ Rodríguez volvió a la titular en lugar de Abel Hernández, y Diego Godín regresó a la zaga central donde había estado Sebastián Coates ante los guaraníes. 

El partido tuvo una intensidad alta desde el principio hasta el final. Durante los primeros cinco minutos de juego, Uruguay presionó la salida de Chile y no le permitió avanzar más allá del mediocampo. Sin embargo, tres minutos después la ‘Roja’ hilvanó la primera jugada de peligro con Mauricio Isla, Valdivia y Eduardo Vargas, que remató pero su tiro se fue desviado. 

Chile basaba su juego en las genialidades de ‘El Mago’ Valdivia, que se asoció muy bien con Isla y con Charles Aránguiz. El volante ‘10’ fue el encargado de abrir los espacios de la cerrada defensa uruguaya. Por él pasaban casi todos los balones que el equipo chileno tejía con toques rápidos de primera. Sin embargo, los uruguayos también buscaban acercarse aprovechando los espacios que los chilenos dejaban cuando se iban al ataque en bloque.