Pete Rose continúa con la esperanza de que las Grandes Ligas le levanten la suspensión de por vida para ser elegible a entrar en la boleta del Salón de la Fama de Cooperstown. 

El  Jugador Más Valioso de la temporada 1973 aceptó el castigo de la Mayores después de una investigación que determinó que había apostado en partidos mientras era dirigente de los Rojos de Cincinnati en agosto de 1989.

“Siempre tendré la esperanza. Eso es todo lo que tengo”, dijo Rose al USA Today. 

Rose ya había pedido una reconsideración a la Oficina del  Comisionado en el 1997.  Sin embargo, el pedido nunca fue atendido por  Bud Selig, quien dejó su cargo a principio de este año. Ahora, desea hablar con el nuevo comisionado Rob Manfred sobre el asunto. 

“Solo quiero estar en la papeleta de los escritores. Dejen que ellos decidan. Si ellos quieren que entre, estoy adentro. Si ellos no sienten que debo estar ahí, puedo vivir con eso”, aseguró Rose. 

“Una vez me levanten mi suspensión, debo ser como cualquier otro candidato. Si nunca he estado en la papeleta, mi reloj debe comenzar en cero. Eso les dará a ellos 10 años para decidir, si lo necesitan”, prosiguió Rose, quien es el jugador que más inatrapables ha conectado en las Grandes Ligas con 4,256 hits en 24 temporadas.