Luego de la Copa del Mundo, la cual ha finalizado para el, El 7 portuguésse ha quedado muy lejos de sus ambiciones, pero le queda el orgullo de haber estado para su selección, aunque las circunstancias no fueran en absoluto las idóneas.

Trasel partido contra Ghana, en Brasilia, habló de mala gana al recibir el premio al mejor jugador del encuentro. Lamentó haber fallado las múltiples ocasiones de las que dispuso (hasta cuatro clarísimas), agradeció el trofeo y rápidamente pasó la palabra a su seleccionador. No era el momento de seguir hablando y tampoco podía hacerlo como a él le gusta, con sinceridad. Además, tenía un fuerte dolor en su otra rodilla, la derecha, por un importante golpe recibido en la segunda mitad del encuentro.

Pasó por la zona de vestuarios despidiéndose con educación de los periodistas lusos, pero sin hacer declaraciones.

 

Solo una alegría le ha dado este Mundial: marcar un gol, por mucho que le costase. Le sirve para entrar (otra vez) en la historia de su país como el único portugués que ha sido capaz de ver puerta en tres fases finales consecutivas. Pero, al menos ahora mismo, ni de premio de consolación le sirve eso.

Sin fecha para volver
No solo la rodilla de Cristiano está aliviada: en el Real Madrid respiran tranquilizados por el comienzo de las vacaciones de su estrella, que por fin tendrá el reposo que no ha podido (y que sobre todo no ha querido) tener. No consiguieron pararle en el tramo final de la temporada, mucho menos lo lograron con sus aspiraciones mundialistas y ahora afrontan un periodo contrarreloj para que vuelva a ser el de antes.

Tantolos médicos del Real Madrid, como en la selección portuguesa su hombre de confianza, Antonio Gaspar, le han dado las guías clave para que el reposo de su rodilla se convierta en la cura que su tendinitis necesita. Después, ya de vuelta en Madrid, el jugador tendrá que someterse a unos ejecicios de recuperación tanto en agua como gimnasio para ir probando poco a poco su articulación, siempre en esfuerzos mínimos y progresivos. Esta evolución hasta que su tendinitis pueda darse por olvidada rondará los dos meses, en el mejor de los casos.