Con mucho calor y amenaza de lluvia se dio inicio a la fracción, donde Armindo Fonseca (Bretagne-Séché Environnement), Perrig Quéméneur (Europcar), Stef Clement (IAM) y Jan Barta (Bora) fueron los encargados de animar las acciones desde temprano.

Nada reseñable sucedió durante las primeras horas, hasta que a 104 kilómetros del arribo, Tinkoff destrozó el pelotón con abanicos, aprovechando los fuertes vientos laterales que, para entonces, ya se habían llevado la pancarta ubicada a 1000 metros de la llegada.

La maniobra fue efectiva y capturó a gente como Valverde, Purito Rodríguez, Rui Costa o Talansky, quienes luego pudieron reintegrarse al mayoritario. Poco después se disputó el embalaje masivo, que fue a manos de Barta, seguido por sus compañeros de aventura y por todos los grandes velocistas (5º Degenkolb, 6º Kristoff, 7º Sagan, 8º Cavendish y 9º Bouhanni)

La temperatura descendió varios grados y un temporal arreció. Entretanto, una caída volvió a romper el pelotón, dejando cortados, en dos grupos diferentes, a Quintana, Nibali, Pinot, Valverde, Majka, Rolland, Kelderman, Ten Dam, Sepúlveda, Peraud o Purito Rodríguez.

Etixx se colocó al comando e impuso un ritmo frenético para causar más daño, con Lotto Soudal respaldando dicho accionar. En el reducido grupo puntero, Cavendish, Urán, Van Garderen, Froome, Sagan, Dumoulin, Barguil, Contador o Froome soportaban, toda una hazaña considerando el desparramo de ciclistas a lo largo de la ruta.

A unos 34 kilómetros del cierre, el clima mejoró y se unieron los pelotones de Quintana y Nibali, todavía a más de un minuto de la vanguardia, donde viajaba el líder virtual, Tony Martin. A 24 kilómetros, Nibali pinchó y quedó aislado temporalmente.

Reincorporado el campeón defensor, Astana se puso a tirar, pero el margen no bajó e incluso se incrementó.